San Roque



San Roque nació en Montpellier en el seno de la rica familia del gobernador Juan y su esposa Libera tras un largo período de infecundidad familiar.Ya desde su nacimiento, su vida se mezcla con leyendas sobre su figura y entre el pueblo se tiene como buena nueva el hecho de que naciera con una cruz rojiza en el pecho y hombro izquierdo.Tras quedar huérfano de padre a los 12 años y de madre a los 20, abraza la orden franciscana con todas las consecuencias: vende sus propiedades y las reparte entre los pobres.
Destaca su enorme labor humanitaria entre los apestados de Italia y especialmente de Roma entre los que alcanza fama de milagroso. Adquiere posteriormente la enfermedad y tras ser rechazado en el hospital se retira a un monte en donde es alimentado por un lebrel que cada mañana le trae un pan en la boca y le lame las llagas de la peste hasta que es curado por la intervención de un ángel. De vuelta en Montpellier es acusado de espía y encarcelado muriendo en prisión en el año 1327.
Desde entonces su culto se difunde por toda Europa y especialmente por Galicia, adquiriendo especial devoción durante las pestes que asolaron al país en el siglo XVII.
Su imagen es descrita de forma habitual en Galicia, como la de un peregrino noble con túnica corta y capa con esclavina, sombrero de ala ancha, dos o mas vieiras en recuerdo de su peregrinación a Santiago de Compostela, una palma en la mano para significar su peregrinación a Tierra Santa o bien dos llaves cruzadas por haber acudido a Roma y la otra mano señalando la llaga pestilente de una de sus piernas.
Hay en 1698 un documento que hace referencia a San Roque, por lo que hay que pensar que ya existía la imagen en la parroquia.
Según el investigador local, Del Río Candamo la devoción al Santo se acrecentó en 1854 debido a una terrible invasión de cólera que alcanzó a toda España y de la que no se libró Villagarcía, cuya población fue diezmada por las consecuencias de la misma.
En 1884 San Roque fue proclamado patrono de Villagarcía en señal de agradecimiento por su valimiento ante los azotes del cólera celebrándose importantes festejos en los que de un modo especial tomaban parte el gremio de los gabarreros.
Pero dado que en 1918 una severa gripe, convertida en epidemia, asolaba Villagarcía hasta tal punto que el propio alcalde y médico D. Valentín Viqueira Torrente dejó temporalmente la alcaldía para dedicarse de lleno a combatir la enfermedad, el Ayuntamiento y el Párroco convocaron una novena para interceder el favor de San Roque, terminando con una magna procesión con la práctica totalidad de los habitantes libres de la enfermedad, entre cuyo público se encontraban los marineros del guardacostas "Dorado".
Este acto religioso fue el espaldarazo que convirtió a San Roque en patrono de la ciudad por su fama de milagrero en pestes y enfermedades.
Desde entonces todos los 16 de Agosto, Villagarcía se convierte en un hervidero de gente que acude a los festejos y, a su manera, honra al Santo de Montpellier participando en las dos procesiones y en la Eucaristía que se celebran en su honor.